jueves, 15 de noviembre de 2018

USA ROAD TRIP - DAYS 19 & 20


La cara B de un viaje en el exprimes cada segundo es el momento en que inicias la vuelta a casa y sabes que se te van a ir dos días en ello. A ver con qué ganas te comes eso.
Sales de Monterrey, después de meterte entre pecho y espalda un café Starbucks recién salido de las calderas del infierno mientras descubres que los colibrís existen cuando se nos pone uno a dos palmos mientras desayunamos, para clavarte a continuación un viaje lapidario de dos horas hasta el aeropuerto. Estas millas se hacen más pesadas que aquellas que nos tuvieron todo un dia entero por Zion, Bryce y Capitol Reef, con más de cinco horas solo rodando por carreteras secundarias.
Por el camino nos despiden las inmensas Dunas de Marina que casi invaden la carretera, las reiteradas señales de tráfico que te invitan a ser un buen ciudadano americano diciendote "Report drunk drivers", y hasta un águila imponente posada en lo alto de la señal de la autovía. Nos despedimos también de Sillicon Valley y pasamos junto a un Centro de investigación de la NASA dominado por unos hangares gigantescos. Estamos en USA! Aqui todo a lo grande!
Suena de nuevo aquella de "Perico pim pim billetes de cien el maletín" y echamos unas risas.
Dejamos el coche, le damos el regalo prometido a Loretha (el sr. Alfaro es un tio de palabra y nosotros no íbamos a ser menos) y ya solo resta vuelo, vuelo y tren, con sus correspondientes trasbordos, lanzaderas y horas de espera en sillas de terminal ergonómicamente diseñadas para partir espaldas.
Balance: haber visto amanecer dos veces en un solo dia, 33 horas de viaje entre pitos y flautas, una experiencia inolvidable que asimilar y una reventada monumental, jetlag incluido. Nada que no se pueda solucionar acudiendo de nuevo al trabajo al día siguiente.
Y colorín colorado, el sueño americano se ha terminado.

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