jueves, 15 de noviembre de 2018

USA ROAD TRIP - DAY 7



Las Vegas, un parque de atracciones para adultos ludópatas donde todo parece oquestado para moverse de un casino a otro gracias a una red de pasarelas sin apenas ver la luz del sol, y eso si consigues salir de los salones de juego que parecen laberintos diseñados para dar vueltas sin poder hallar la salida.
Amanecer en la planta 18 del hotel Luxor es toda una experiencia. Los ventanales parecen la cabina de un avión, aunque en nuestro caso dan a la parte de cola, pero aún así estamos dentro de una pirámide cristal, que nos quiten lo "bailao". Mientras hacemos de nuevo las maletas seguimos con las coñas sobre Sarah "Cori" Connor como en el día de ayer y echamos unas risas.
Salimos a la calle y nos encontramos en un gigante parque tematico que se debate entre lo hortera y lo exótico, Egipto, Camelot, New York, París... un poco de todo, vamos. Las fuentes del Bellagio sirven de distraccion para olvidar esa estampa de viejos fósiles gordos y tullidos de aspecto trasnochado que como una legión de muertos vivientes llegan arrastrándose en sus carritos eléctricos hasta las máquinas tragaperras. Un esperpento en toda regla rociado con alcohol y tabaco, entre otras cosas, eso que no falte. Cualquier lugar dentro de la recepcion del hotel sirve para montar un bar improvisado con todo tipo de bebidas. Le das tu movil a una señora bien entrada en años y de aspecto respetable para que te haga una foto y resulta que va borracha. A pocos metros varios cadáveres yacen sentados hipnotizados por las luces y musiquita de las maquinas. A su lado, una mujer de mirada perdida permanece apoyada en uns tragaperras, cubata en mano y con un cigarro en la otra. Estamos dentro de un casino, aquí todo vale.
Un dolar y medio nos permite recuperar la sonrisa. Es el precio de una barrita de cacao labial, que los excesos de ayer en el desierto, hoy pasan factura y a poco que haces una mueca te sangran los labios.
Para la tarde nos quedan los outlets de la zona sur. Hoy parece que hay partido de hockey, la gente va uniformada por la calle, larga vida a los Golden Knights! Un gorra y ya somos uno más entre la multitud.
Terminamos nuestra ruta callejera por Las Vegas. Las luces de la gran ciudad, simplemente espectaculares.
Toca despedirse, nos vamos hacia Zion, Utah, asi que hacemos la parada obligatoria a la salida para la mitica foto con el cartel luminoso que da la bienvenida a la ciudad.
La noche termina dando esquinazo a un coche de policía de Hurricane que nos va siguiendo, ya empezamos a tener mala pinta, era cuestión de tiempo.
Reanudada la marcha llegamos al motel de carretera y entrar con dos garrafas de agua de cinco litros en las manos, de plástico opaco y liso y sin etiquetas... no se pero me recuerda a Braking Bad.
Toca descansar, mañana más.

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